El Ecuador es un país sudamericano, multiétnico, pluricultural y megadiverso, pese a ser pequeño en extensión territorial (256 370 kilómetros cuadrados). Sus diecisiete millones de habitantes se distribuyen en 24 provincias: 11 en la zona andina, 6 en el litoral, 1 insular y 6 amazónicas. En 2008 se dio un salto cualitativo trascendental en el ámbito jurídico cuando se aprobó una nueva Constitución de la República, que cambia sus conceptos dogmáticos al pasar de un Estado de derecho a uno que funda sus bases en los derechos individuales y colectivos de sus habitantes.
En cuanto a los derechos constitucionales, citados en la sección cuarta referida a cultura y ciencia, en el artículo 21, se traza un marco de apertura cultural, que debe plasmarse en un proceso de amplia participación ciudadana para concretar acciones de carácter sociocultural, que refuercen la identidad y brinden soluciones integrales a los más diversos problemas de la vida nacional.
Por otra parte, el Plan Nacional de Desarrollo del Ecuador señala como octavo objetivo nacional afirmar la identidad nacional y fortalecer las identidades diversas y la interculturalidad. Esto se ratifica también en la «Agenda Zonal de la Región Tres», elaborada por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), donde se señala: «La Zona presenta importantes elementos culturales, como ciudades patrimoniales y sitios históricos, así como amplias zonas naturales para actividades de turismo e investigación» (COOTAD, 2010, p. 3).
La provincia de Cotopaxi, ubicada en esa región, está compuesta por siete cantones que, en su gran mayoría, están integrados por pueblos andinos con significativa presencia indígena; sin embargo, cuenta también con una fuerte expresión cultural montubia. Por la riqueza de su patrimonio, tangible e intangible, se ha priorizado el tratamiento de temas relacionados con los conocimientos ancestrales y de carácter patrimonial.
El cantón Latacunga forma parte de la provincia de Cotopaxi, y está integrado por 15 parroquias; de ellas, diez son rurales y cinco urbanas, estas últimas conforman la ciudad de Latacunga, considerada entre los 22 territorios patrimoniales del Ecuador, establecidos por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural desde mayo de 1982. Entre la vasta riqueza cultural de dicha ciudad, podemos destacar la fiesta de la Mama Negra que fue reconocida, oficialmente, como patrimonio cultural intangible del Estado ecuatoriano desde 1985. Constituye una experiencia cultural impactante; la fe religiosa a la Virgen de las Mercedes se expresa desde los simbolismos paganos, donde conviven en armonía personajes que representan a los más diversos poderes, así como aquellos que nacen de la entraña popular. Esta festividad, además, se basa en un mestizaje cultural de lo indígena, lo africano y lo hispano, trilogía que revela la belleza de su contenido.
La variedad de sus personajes, atuendos, danzas, máscaras, comparsas, ritmos, canciones, comidas, bebidas, sincretismos religiosos y espectáculos dan vida y realidad a esta fiesta, que no es otra cosa que una gigantesca y maravillosa tragicomedia protagonizada por todo el pueblo ecuatoriano, fundamentalmente, latacungueño. Por ello, es motivo de interés de investigadores, escritores, poetas, pintores, escultores, artesanos, creadores musicales, historiadores, antropólogos, sociólogos, entre otros.
La sede central de esta expresión festiva es la parroquia urbana La Matriz, que es la de mayor referencia cultural en la ciudad de Latacunga y está integrada por 13 barrios. Dicha parroquia, por ser la más antigua, se convierte en el escenario natural donde se desarrollan una multiplicidad de manifestaciones artísticas que requieren, entre otros aspectos, la formulación de estrategias de promoción cultural por parte de las entidades gubernamentales, culturales y educativas.
Arquitecto, PhD en Ciencias de la Educación, Catedrático Universitario, Escritor, Investigador del Patrimonio Cultural y de las Ciencias Sociales. Columnista en varios medios de comunicación.
“Es indispensable sentipensar Cotopaxi, para consolidar la memoria colectiva, analizar críticamente el presente y proyectar el futuro con espíritu resiliente y sinérgico”.