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PIROTECNIA QUE ENCIENDE UNA TRADICIÓN

La plaza está alborotada; los monos, tigres, leones, osos, jaguares y perros junto a payasos y yumbos se mezclan con los priostes, fieles y turistas, la banda de pueblo al ritmo de yumbada marcan el ritmo en una noche destinada a ser iluminada con fuegos de colores.

Tres imponentes castillos de pirotecnia esperan ser encendidos mientras un baile continuo y lleno saltos y gritos calientan una noche fría en la comuna Joseguango Alto, en Mulaló al norte de Latacunga.

La Yumbada de Joseguango Alto junto con la de San Ramón en Cotopaxi, son consideradas el ultimo referente de la cultura Yumbo, se realizan en la primera y segunda semana de septiembre en honor a La Santísima Cruz, durante seis días los habitantes de esta parroquia rinden culto a esta herencia ancestral.

Es sábado por la noche, los yumbos han bailado y dado vueltas a la plaza central durante toda la tarde, son las vísperas de los priostes y los castillos pirotécnicos como ofrenda ya fueron entregados al pueblo para ser encendidos en la noche.

Es hora de los castillos: los chiguagas, (arreglos pequeños hechos de caña con fuegos artificiales y camaretas) son llevados por los priostes y dan inicio a la quema de los castillos grandes o también llamados “ruedas”.

En cuestión de minutos la plaza se llena de color y humo, los fieles mezclados con los Yumbos bailan al compás del bombo mientras los estruendos de camaretas, silbadores, petardos y luces de colores cubren todo el ambiente, la fiesta se desata y un mar de colores, máscaras, banderas y devotos se pierden en el humo.

El ritual se cumple y cuando el ultimo de los castillos se ha quemado se termina la víspera de los priostes. El domingo será la fiesta de la capitanía.