Este 13 de mayo se conmemoró 100 años de la presencia de la misión humanitaria del Movimiento Internacional de la Cruz Roja en la provincia de Cotopaxi. La Junta Provincial ha desplegado una serie de eventos con el fin de socializar con la comunidad las labores que día a día desarrolla para atender a personas en situación de vulnerabilidad.
La Cruz Roja Internacional nació como una iniciativa del filátropo suizo Henry Dunant, quien socorrió a los soldados heridos y abandonados en la batalla de Solferino en 1859. En su libro Recuerdo de Solferino planteó la necesidad de crear sociedades de socorro en cada país, propuesta que fue analizada en la Conferencia Internacional en Ginegra en 1863 donde se pudo conformar el Comité Internacional de Socorros. Es notable la presencia de la mujer en la Cruz Roja Internacional durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en calidad de enfermeras.
En nuestro país, en 1910, el presidente Eloy Alfaro promulgó el decreto para el establecimiento de la Cruz Roja Ecuatoriana, y en 1922 se realizó la fundación oficial de esta institución. Cabe destacar que entre los fundadores se encuentra la latacungueña María Elvira Campi Quirola de Yoder.
La Junta Provincial de la Cruz Roja de Cotopaxi, se constituyó en 1924, el 13 de mayo. Ha tenido entre sus presidentes a destacadas mujeres como Esther Maldonado Toledo, Sally Rivadeneira de Segovia, Virginia Escobar Jácome y, actualmente, Victoria Albán Torres, cuyo propósito de servicio a la humanidad lo han desarrollado y plasmado en acciones al frente de esta loable organización.
Siete son los Principios Fundamentales que conforman el marco ético que permean las operaciones de esta Institución: Humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Si bien la Cruz Roja tuvo su origen para dar socorro a los soldados heridos en el campo de batalla, su accionar se ha ido adaptando a las necesidades que se presentan durante situaciones de desastres, conflictos armados, migración y otros escenarios de violencia.
Su presencia en más de 190 países le permite brindar asistencia en todo el mundo en áreas de crisis acompañando y constituyéndose en la esperanza de miles de personas sin ningún tipo de discriminación, sin importar su raza, religión, nacionalidad o condición social. Su espíritu de entrega y solidaridad se fundamenta en la labor de sus voluntarios (de todas las edades y profesiones) y personal como médicos, enfermeras, técnicos en emergencias, rescatistas y más.
A lo largo de estos 100 años, la Cruz Roja de Cotopaxi se ha posicionado como la organización humanitaria que ha enfrentado numerosos desafíos desde desastres naturales hasta crisis sociales, y ha confirmado ser ese faro de esperanza para las poblaciones afectadas y más vulnerables.
En su logo que hace referencia a sus años de trayectoria se ha utilizado el símbolo de infinito, esperamos que precisamente se proyecte hacia allá esta institución y para ello es importante reconocer y apoyar su trabajo en la construcción de un mundo más solidario y humano y lo podemos hacer ya sea como miembros de su voluntariado, como donantes o ayudando a difundir su mensaje.

Madre
Licenciada en Ciencias de la Educación
Diplomado superior en Gerencia Educativa
Diplomado en Archivística y Gestión Documental