Hasta antes de la emergencia sanitaria por el COVID-19 las sanciones por mal uso de la línea de emergencia se sancionaba con la suspensión de la línea telefónica, pero desde el 16 de marzo las reglas cambiaron y ahora es una multa económica que va desde los 100 dólares hasta un salario básico, es decir, 400 dólares, los dineros serán recaudados a través de la planilla de teléfono.
Cristina Moreno, coordinadora Zonal del ECU-911, explicó que la zona cubre las provincias de Cotopaxi, Tungurahua y Pastaza; en las tres provincias no tienen llamadas falsas, es decir, que hayan provocado la movilización de recursos en territorio, sin embargo registran llamadas de mal uso.
Las llamadas de mal uso más frecuentes son por bromas, insultos, a pedir servicios que como línea de emergencias no brinda, personas en estado etílico que quieren que les trasladen a los domicilios. Ese tipo de llamadas son catalogadas de mal uso, en lo que va del 2020 han receptado 81.772 llamadas de mal uso a nivel de la provincia.
Las llamadas no provocan la movilización de recursos, pero si pueden estar desplazando a llamadas de emergencia real, el análisis del mal uso de la línea de emergencias lo realizan a nivel de la zona.
Anteriormente quien realizaba llamadas mal intencionadas era sancionado con la suspensión de la línea telefónica en coordinación con Arcotel y la operadora telefónica, si volvía reincidir la suspensión era de seis meses y si existía una tercera reincidencia la suspensión de la línea telefónica era total.
Por la emergencia sanitaria, el COE Nacional, decidió cambiar ese tipo de sanciones, ahora se debe cancelar un monto económico, la primera vez es de 100 dólares y puede llegar hasta 400 dólares. Estas multas serán cobradas en las planillas telefónicas.
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