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EL PROCESO ERUPTIVO DEL SANGAY

El volcán Sangay, lleva cerca de un año en proceso eruptivo, y ha registrado en las últimas horas una intensa actividad que provocó la dispersión de ceniza en varias provincias del país.

Desde el cantón Huamboya de la provincia sur oriental de Ecuador, Morona Santiago y en medio del silencio propio de la selva, en la noche, accedemos a los límites del parque nacional Sangay para desplegar nuestro trabajo como fotógrafos de 3 medios de comunicación. En la penumbra logramos distinguir, a simple vista, pequeños destellos luminosos que destacaban sobre nuestro horizonte, rápidamente preparamos nuestros equipos, trípodes, teleobjetivos, cámaras y mucha de esa experiencia que nos ha dejado el paso de múltiples coberturas como fotoperiodistas, así como el deseo de graficar la naturaleza en su expresión más caótica y paradójicamente bella ante nuestras cámaras.

Durante la noche, la incandescencia de los flujos volcánicos.

La primera imagen devela el significado del nombre de este volcán: SANGAY que en lengua indígena Samkay quiere decir ‘Espantar’, los teleobjetivos logran captar una grieta desde el cráter hasta sus faldas, por donde el flujo de material incandescente, compuesto por rocas volcánicas de gran tamaño, han calado un canal en la perfecta forma cónica de este imponente volcán de 5.230 m.s.n.m. Los bramidos del Sangay son tenues y casi imperceptibles desde el lugar donde establecimos el campamento seguro para fotografiarlo, a unos 6km en línea recta desde su base.

Grieta en el flanco Sur-Oriental del volcán Sangay.

Con los primeros rayos de luz del amanecer, es fácil divisar las columnas de ceniza, de entre 2 a 3 km de altura que se levantan sobre su cráter, con unos variados intervalos que esta ocasión logramos captar entre 15 y 30 minutos de diferencia.

Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional el escenario más probable a corto plazo, en las condiciones actuales, es que continúe la actividad eruptiva alternando fases de mayor actividad como de menor actividad (como en semanas pasadas). En este continuaría la emisión de flujo de lava hacia el flanco suroriental. “En este escenario, los principales fenómenos que pueden afectar a la población son: las caídas de ceniza asociadas con la actividad explosiva y con la removilización del material levantado por las corrientes de densidad piroclástica (…) y la generación de flujos de escombros (lahares) en los ríos Volcán y Upano, asociados a la gran cantidad de material volcánico generado y a las fuertes lluvias, propias de esta zona”, dice en el último informe de esta Institución.

El río Upano nace en las faldas del Volcán.
El cauce del río Upano evidencia el paso de lahares en las semanas previas.
En las primeras horas de la mañana el Sangay deja ver las emiciones de ceniza desde su cráter.

El volcán tímido por el acoso constante de nuestras cámaras, que durante la noche y madrugada dispararon fotografías sin parar, decidió ocultarse entre la bruma que se formó de sus cenizas obligándonos a retornar con la memoria gráfica de la magia de un espectáculo único de la naturaleza.