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Ríos y puentes de Latacunga

La ciudad de Latacunga tiene una geografía compleja por la presencia de ríos que corren de Norte a Sur y de Este a Oeste; sobre los seis ríos se cuenta con un total de cincuenta y cuatro puentes que forman parte del entramado urbano de Latacunga.

El río Cutuchi (nombre Panzaleo, compuesto de cutu ‘eminencia’ y chu ‘agua’, ‘río’) fluye de Norte a Sur, constituye la principal arteria fluvial de la microcuenca en la que se asienta la ciudad, en sus 11.7 kilómetros de recorrido urbano tiene 11 puentes.

El río Aláquez (para los Incas ‘cabello amarillo’; los Panzaleos lo denominaron Ha- laqui o ‘flojo de sangre’) recorre también en dirección Norte – Sur, paralelo al río Cutuchi, sobre su costado Este y confluye al mismo al norte de la ciudad. Su longitud de recorrido dentro del área urbana es de 5.6 km y cuenta con 9 puentes.

El río Pumacunchi (nombre kichwa compuesto de puma ‘el león americano’ y cun- chu ‘sedimento’) fluye en dirección Norte – Sur, por el costado Oeste del río Cutuchi y paralelo al mismo hasta su confluencia ubicada en el extremo Sur-Oeste de la ciudad. La longitud de su cauce dentro del área urbana es de 8.9 km y sobre este están construídos 11 puentes.

El río Yanayacu (término kichwa significa ‘agua negra’) desciende de las colinas del sector Este de la ciudad, en dirección Oeste, hasta su confluencia en el río Cutuchi. En su recorrido, atraviesa el centro urbano de la ciudad. La longitud de su cauce dentro del área urbana es de 4.3 km , con nueve puentes

La gran interrogante es cuál es la situación estructural de esos puentes, qué tipo de mantenimiento reciben y si las cargas que actualmente soportan muchos de ellos son las que corresponden. Hay puentes nuevos o de reciente construcción, pero una gran mayoría supera los cincuenta años de construcción y otros ya cumplieron cien años.

Si bien es cierto, uno de los apelativos de Latacunga que nos llena de orgullo es ser identificada como “La ciudad de los puentes”, consideramos que es hora de una minuciosa verificación del estado de cada uno para establecer un protocolo técnico de mantenimiento. Y nuestros hermosos ríos, convertidos en cloacas pestilentes, por responsabilidad ambiental debería trabajarse en su descontaminación, ya veremos si en algún momento funciona el nuevo sistema de alcantarillado de la ciudad y si en algo alivia esa lacerante situación.