En la actualidad la publicidad es un verdadero arte, con los avances científicos y tecnológicos, con la preparación de personas en el campo del marketing y la publicidad, los consumidores podemos observar verdaderas obras de arte en el campo de la publicidad y la promoción de bienes y servicios. Todos son los mejores, todos son los primeros, todos son los únicos, todos son los que defienden el medo ambiente y todos entregan lo mejor para su salud y bienestar.
La Constitución de la República del Ecuador en su Sección Novena, Personas usuarios y consumidores, en el Artículo 52 dice: “Las personas tienen derecho a disponer de bienes y servicios de óptima calidad y a elegirlos con libertad, así como a una información precisa y no engañosa sobre su contenido y características. La Ley establecerá los mecanismos de control de la calidad y los procedimientos de defensa de las consumidoras y consumidores; y las sanciones por vulneración de estos derechos, la reparación e indemnización por diferencias, daños o mala calidad de bienes y servicios, y por la interrupción de los servicios públicos que no fuera ocasionada por caso fortuito o fuerza mayor”.
¿Esta disposición constitucional se cumple en la vida diaria de las personas que hacen uso de los bienes y servicios, de los servicios públicos que presta y garantiza el Estado? No se cumple. Hay muchos errores, hay muchas fallas en los servicios y lo que es más, la propaganda en todos los bienes y servicios son los mejores en calidad, en cantidad, en materiales y en todos cuanto tienen que ver a convencer al consumidor para su adquisición.
Mientras tanto la Ley de Defensa del Consumidor, ley que pocos hacen prevalecer para defender sus derechos, en su artículo 4 señala: “El proveedor está obligado a suministrar al consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las condiciones de su comercialización”.
En esta referida ley también se menciona, cuando se habla de publicidad engañosa, que: “Toda modalidad de información o comunicación de carácter comercial cuyo contenido sea total o parcialmente contraria a las condiciones reales o de adquisición de los bienes y servicios ofrecidos o que utilice textos, diálogos, sonidos, imágenes o descripciones que directa o indirectamente, e incluso por omisión de datos esenciales del producto induzca a engaño, error o confusión al consumidor”.
Se cumplen estas disposiciones que hablan de la publicidad engañosa, todos debemos coincidir que no se cumple para nada. No conocemos que alguna autoridad, que algún funcionario se encuentre realizado algún operativo, o alguna investigación para conocer si en realidad la publicidad de determinados bienes y servicios cumplen con las normas de la Ley de Defensa del Consumir y de la Constitución del Ecuador.
Los estudiantes, niños y jóvenes han ingresado a un nuevo año lectivo, con todas las situaciones que son propias de los momentos que vivimos en esta emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, las clases se “abrieron” de manea vital, lo que nos permite señalar que los bienes y servicios deben estar de lo mejor para satisfacer las necesidades de los estudiantes, el servicio de internet, debe ser de un alto nivel y permanente; los servicios de equipos de computación y de plataformas virtuales deben ser de lo mejor, el servicio de energía eléctrica debe garantizar estándares de calidad en su mejor nivel; es decir que las normas que dispone la Constitución deben hacerse realidad, igual que lo que manifiesta la Ley de Defensa del Consumidor.
Pero resulta que por todos los medios habidos y por haber se promocionan los más diversos bienes y servicios: todos son los mejores, todos son de la mejor calidad, todos ofrecen promociones inigualables en el mercado, todos dicen que su producto de internet tiene una banda ancha rapidez, acceso inmediato y sin pérdida de tiempo, tenemos computadores y tablet´s para todos los gustos a los mejores precios y con garantías. El servicio de energía eléctrica es de lo mejor para servir a los usuarios, trabajando permanentemente por la comunidad. Todo es lindo, parecería que vivimos en el paraíso. Per cando algo falla y los bienes y servicios no cumplen las garantías que se refieren en la publicidad, las cosas cambian radicalmente. Cuando un electrodoméstico se daña o se quema por alguna alteración de la energía eléctrica por otra circunstancia para poder ser reparado, o entregar un nuevo equipo, deben realizar tal cantidad de trámites y entregar tal número de documentos que los afectados desisten de sus derechos.
Este es el mundo en el que vivimos. Todos debemos cumplir nuestras obligaciones y no debemos engañar a nuestros clientes, ni tampoco debemos dejar de respaldar a quienes más necesitan de los servicios y bienes públicos, en estas épocas tan graves, difíciles que nos ha tocado vivir, una época de pandemia que mañana nos acomodaremos de diferente manera, por las redes sociales y a través de bienes y servicios de primera calidad y para todos los gustos.
Columnista. Latacungueño sensible, dócil, franco, admirador de Gabriel García Márquez, el fútbol sigue siendo una pasión recurrente; de Latacunga extraña el ajetreo mercantil de la plaza de El Salto y sus “cosas finas”; amante del periodismo desde hace más de 45 años escribiendo de forma cotidiana para el Diario “La Gaceta”; se formó en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” La Habana-Cuba.