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MERCADO CERRADO REAPERTURA SU PATIO DE COMIDAS

Fotografías: Diego Paredes Bravo

El patio de comidas del Mercado Cerrado Latacunga vuelve a abrir sus puertas después de aproximadamente 4 meses de permanecer cerrado debido a la emergencia sanitaria suscitada en el país y la provincia, el 30% de los comerciantes que ejercían su oficio en el patio de comidas retornan a sus puestos luego de un trabajo conjunto de limpieza y sanitización de las instalaciones.

El sitio que siempre se encontraba abarrotado de gente debido a la variedad de comida que se vendía en el lugar, hoy luce completamente distinto, varios de los comerciantes del patio de comidas han decidido no reintegrarse a sus actividades por temor al virus que avanza en contagios y muertes.

Anita Morán, administradora encargada del Mercado Cerrado, aseguró que han existido tres llamados previos para ejecutar la limpieza y fumigación del lugar, “han acudido algunos y muchos otros no, se les ha comunicado que quienes no asistan a limpiar sus espacios no podrán volver a sus puestos o barracas” enfatizó la administradora.

“Se ha realizado un cronograma rotativo para que los comerciantes puedan abrir sus negocios en grupos de 30 personas, que sería el 30% del aforo, van a ingresar por días y de esta manera se podrá contrarrestar el aglomeramiento, además se les ha pedido que cumplan con las normas de bioseguridad, pero este ya es un tema de ellos”, resaltó Morán.

El patio de comidas cuenta con 106 comerciantes, el actual aforo permitido es del 30% de su total, pero a sus actividades no han vuelto ni siquiera ese porcentaje de personas; entre las medidas que han tomado las autoridades con respecto a estas instalaciones están que las personas vulnerables o de la tercera edad no retornen a sus puestos, y a su vez, estas puedan ser reemplazadas por algún familiar directo. 

En el sitio no hay más filtro de seguridad que el guardia apostado en la entrada del mercado quien toma la temperatura y sanitiza a quien ingrese, «en el caso del patio de comidas no se ha registrado ningún caso positivo de COVID, en otras secciones y por gestión de las comerciantes, se ha adquirido termómetros, quienes estén con sospecha según el rango emitido por el Ministerio de Salud Pública, no podrán ingresar a trabajar, de igual manera, se les ha pedido a los señores del patio que deben adquirir un termómetro para controlar a sus clientes», informó la administradora, quien además, dijo que la adquisición y toma de pruebas rápidas es una competencia del Municipio de Latacunga, «por declaraciones del señor Alcalde, sabemos que han adquirido 5000 pruebas, pero él es quien tendrá que informar a dónde va a direccionar esas pruebas.»

La disposición para quienes vayan a servirse los alimentos en el lugar es que no más de dos personas pueden compartir la mesa y en el caso de que la siguiente mesa esté disponible solo una persona podrá ocuparla, sin embargo, la disposición está lejos de ser acatada.

Hermiña Lisintuña, vendedora en el patio de comidas, asevera que la pandemia causada por el Covid-19 les ha afectado en gran manera, “ha sido mucho tiempo el que hemos tenido que esperar para el cambio de semáforo y para la reactivación de la economía, porque casi todas que trabajamos en el Mercado Cerrado dependemos del comercio y al estar cerrado por tanto tiempo nos afectó en varios aspectos, no solo económicamente sino psicológicamente, algunas personas se han enfermado de estrés.”

Los comerciantes que han decidido reanudar sus actividades en el Mercado cerrado están conscientes de las medidas que hay que tomar para evitar contagios y cuidar de su clientela.

Según la administradora, Anita Morales, se les ha pedido a los vendedores que usen materiales desechables tanto para la venta a domicilio, como para quienes deseen consumir en el lugar, es en este apartado de las normas de bioseguridad que ha acogido no solo el Mercado Cerrado de Latacunga sino el mundo entero, es donde surgen las interrogantes: ¿el coronavirus no llegó a darnos una amplia visión de lo que le habíamos hecho al mundo por tantos años? ¿El confinamiento no nos permitió ver cómo la naturaleza se sanaba a ella misma sin nuestra presencia o ayuda?

Es necesario, para el mundo y, por lo tanto, para cada país repensar las políticas ambientales que se están escribiendo sobre la marcha, y aún, pensar en las que se escribirán en pos de la buena salud de las generaciones venideras.

Nos dijeron que lo que estaba mal era la ‘normalidad’ que al salir del confinamiento volveríamos a una nueva, ¿la nueva normalidad era esta? ¿La de los plásticos y las mascarillas en las alcantarillas de las ciudades?