Este 10 de agosto se cumplen 95 años de la inauguración del monumento a Vicente León, es una escultura emblemática no solo por la intención tomada para relievar la figura filantrópica de Vicente León y Argüelles, además de ser un monumento de ejecución neoclásica, representa para los latacungueños el tributo cívico monumental de la figura el doctor Vicente León que fue uno de los personajes, sino el mayor, el más notable de todos los tiempos no solo por no olvidarse de Latacunga antes de fallecer el 28 de febrero de 1839 y dejar una herencia de 90 mil pesos a Latacunga para que sean invertidos en educación.
El cuerpo monumentario tiene gran importancia en la historia urbana de Latacunga, es uno de los más importantes de la provincia y del país, no solo por lo que representa; es una edificación patrimonial ubicada en el centro de Latacunga, donde fuera la plaza matriz, y hasta hoy todos los días podemos apreciar su grandeza.
Paul García Lanas, destacado investigador social de Latacunga, explicó con detalle que: “el mencionado monumento que fue tan añorado desde que se fundó el colegio el 7 de mayo de 1840, durante el régimen presidencial de Juan José Flores, tuvo que pasar un período amplio para que se haga efectiva la ubicación del monumento que fue inaugurado el 10 de agosto de 1925, cuyo autor fue Carlos Mayer, quien además fue alumno del colegio en 1902.”
El monumento fue tallado en Italia, llego en febrero de 1925 y se lo armó aquí en Latacunga y se inauguró el 10 de agosto 1925, Manuel Cepeda era presidente –en aquel entonces- del Consejo Municipal, Marco Tulio Varea era rector del colegio Vicente León y también presidente de la Junta de la Estatua.
El monumento representa tres instancias importantes de la vida del ser humano: la filantropía representada simbólicamente por el doctor Vicente León sentado entregado un testamento; en la parte superior un cuerpo alegórico donde se representa a la educación y a la cultura; en la fachada sur se representa a la justicia en actitud decidida y regidora. Es un trabajo que fue contratado a un costo de 65 mil sucres y terminó costando casi 80 mil sucres.
La parte esencial de la escultura se mantiene aún –reflexiona García Lanas-, pero cuando se cumplieron 150 años de la fundación del colegio se realizaron añadidos, como la implementación de tres placas que no tienen nada que ver con el diseño original desfigurando el sentido de respeto al elemento patrimonial de este monumento.
García explicó que la placa donde reza: “Nació hijo de este pueblo y murió haciéndose padre de él” es una placa recreada por la Junta de notables de 1839, misma que indicaba entre sus resoluciones la construcción de un monumento en el sitio más visible del colegio o de la ciudad. La obra se ejecutó por labor de una junta universitaria de latacungueños en 1909 desarrollada en Quito para que se creen los fondos suficientes y se ayude en el financiamiento de la obra.
En el lado de la justicia se observa a ésta sosteniendo dos libros abiertos y en las páginas abiertas se exhiben cuatro fechas importantes: la fecha de creación del colegio, la fecha cuando falleció el doctor Vicente León, cuando inició a funcionar el colegio y la fecha en la que se hizo el contrato para la construcción de la edificación.
A lado del doctor Vicente León existen dos placas que la entonces provincia de León le rinde un homenaje; existe otra haciendo énfasis en la octava cláusula del testamento del doctor Vicente León donde lega su peculio a su ciudad para que se constituya el colegio San Vicente que fue el primer colegio de la república del Ecuador.
95 años de celebrarse la inauguración del monumento al máximo referente de valía humana latacungueña, don Vicente León, y que tiene pendientes de atención a la salvaguardia del patrimonio, las entidades responsables han demostrado indiferencia o desconocimiento a la consecución de estos procesos que duermen “el sueño de los justos”; en contexto: mediante contratación directa se realizaron los “Estudios para la restauración del monumento a Vicente León, cantón Latacunga, provincia de Cotopaxi” misma que constaba en la programación anual del año 2014, del INPC Regional 3 que consideró la implementación de estudios para sustentar objetivamente la intervención integral en el monumento dedicado a Vicente León.
Estos estudios que pretendieron como objetivo principal incentivar la memoria social y la perdurabilidad de los ejemplos que la sociedad cotopaxense ha encumbrado en su identidad colectiva e incluirlos en el Inventario de Bienes patrimoniales del Estado, requiriendo de los actores públicos y privados un máximo grado de protección, pero que lamentablemente solo quedó en la intención.
El reflejo de los resultados de estos estudios o los informes de los avances no cuentan en las dependencias municipales, dicho estudio está abandonado, o no han concluido con los objetivos planteados para el efecto; a ello se suma la paralización de los trabajos de intervención en el edificio municipal, o la intervención de restauración en el templo de la Iglesia Matriz.
En el año del bicentenario la ciudad que requiere de la celeridad de entregar o cumplir pendientes de manera ejecutiva, al parecer carece de importancia; 95 años de un monumento que debemos empoderarnos reconociendo su valía e historia colectiva.
Apasionada por el periodismo, consiente que el oficio requiere disciplina y pertinencia. “Ejercer el periodismo es ver pasar la historia, y contarla, con el testimonio de ubicarse en la primera fila; y para ello con escrúpulo y dignidad humana legar la verdad y lo digno de comunicar, dar voz a los sin voz.”