El 15 de junio de 2020 el COE cantonal de Latacunga, en coordinación con todas sus mesas técnicas, tomó la decisión de dar paso al semáforo amarillo en la ciudad; para esto, y como en otras ciudades, se debió hacer un análisis epidemiológico, establecer las nuevas normas y horarios ciudadanos, y de funcionamiento comercial para las actividades de esta índole.
El último reporte del impacto del coronavirus en la provincia muestra al cantón Latacunga como el de mayor número de contagios, con 396 casos positivos, seguido por Salcedo con 137 y Pujilí con 100 casos.
A decir del doctor Ramiro Narváez, director del hospital del IESS en Latacunga, la casa de salud cuenta con la Unidad de Emergencia exclusivamente para los pacientes con sintomatología de coronavirus que atiende 24 horas, un área para pacientes que necesitan hospitalización equipada con alrededor de 29 camas, 20 de ellas aún disponibles para hospitalización, y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que al momento tiene 2 camas disponibles.
“La situación es muy preocupante, desde que se empezó a aplicar el ‘distanciamiento social’ hemos palpado una mayor afluencia de pacientes con síntomas respiratorios tanto en el servicio de emergencia como hospitalización y UCI”, afirmó Narváez
Marco Herrera, médico general latacungueño, realizó un análisis comparativo de la curva de contagios entre los meses de mayo y junio, demostrando cómo esta tendencia en lugar de ir disminuyendo, aumentó considerablemente, siendo este análisis, un claro cuestionamiento a la decisión de cambiar a semáforo amarillo.
El médico se refirió a los datos del virus en la ciudad, debido a que las cifras presentadas son únicamente datos confirmatorios con las pruebas de reacción de polimerasa en cadena (PCR), pero no se consideran las pruebas rápidas, el Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene conocimiento sobre los resultados de estas últimas, sin embargo, no son expuestas en los informes oficiales, “aun así trabajando con esos datos crudos, la comparación es más que lógica y evidente, se puede ver que efectivamente hay un crecimiento de casos, es una curva exponencial y esto es así porque Latacunga aun no encuentra su meseta de casos, cuando encontremos esto, que no es otra cosa que el aplanamiento de la curva, podremos estar un poco tranquilos” aseveró el médico.
Por otra parte, la salud mental continúa siendo un tema relegado dentro de la salud pública, la pandemia instalada en la sociedad ecuatoriana desde inicios de 2020 ha permitido que este tema sea más visible, sobre todo, con dos tipos de reacciones psicológicas: el temor de la persona a enfermar y morir, y la sensación de encierro y aislamiento que sienten ante la imposibilidad de poder circular libremente.
Eliana López, responsable distrital de salud mental en Latacunga, explicó que: en el caso de los pacientes, han trabajado en el manejo de conductas con una proyección a un futuro no catastrófico, eso es lo que se ha priorizado en el tratamiento. Alrededor de 400 pacientes han sido atendidos por profesionales de salud mental, las afectaciones psicológicas que han tratado son cuadros de ansiedad y depresión por los niveles elevados de estrés al no tener las herramientas adecuadas de un nivel de resiliencia, son situaciones que han afrontado. En la mayoría de casos relacionan al COVID con muerte.
Entre las recomendaciones de los profesionales están las que nos han repetido desde el inicio de la emergencia, el lavado de manos, uso continuo de alcohol y el distanciamiento social, pero además, mantener una alimentación sana y balanceada, realizar activada física, informarse por fuentes oficiales, evitar rumores y la desinformación que circula en redes sociales, cumplir las medidas de bioseguridad necesarias pero confiar en la capacidad de nuestro cuerpo y en particular de su sistema inmunológico para afrontar los efectos del virus, apoyarse en las personas de su entorno cercano, evitar permanecer en una actitud pasiva: dormir en exceso, ver televisión, etc., establecer un horario de actividades para este período incluyendo actividades físicas e intelectuales.
Sumergida en el viaje del autoconocimiento, comunicadora social, aprendiz de escritora, viajera de libros y feminista insurgente.