Somos para nuestra satisfacción y para la historia de nuestro país, la generación del Bicentenario, fecha en la que se recuerda la jornada de nuestros patriotas que lucharon, que se jugaron la vida para liberarse del yugo español y para entregarnos la libertad, frente a cerca de 300 años bajo la dominación española; en estas jornadas se perdieron valiosas vidas de seres humanos dispuestos a ofrendar su existencia por los demás, sin desconocer, para el registro histórico, el asesinato de ciudadanos que no se doblegaron ante las humillaciones y ante la muerte.
Nos corresponde a nosotros, a esta generación, en todo el país y otras ciudades de diversos países de nuestra América de Sur, reconocer a los patriotas que fueron tomando conciencia de la necesidad de librar una dura, larga y difícil campaña libertaria, cuyas ideas fueron transmitidas por gente con conciencia, con una visión muy clara del acontecer de esa época; ideas como las que nos legó Eugenio de Santa Cruz y Espejo, luego las manifestaciones, ideas y la lucha del gran Libertador Simón Bolívar, junto al mariscal Antonio José de Sucre que en 1822, en el mes de mayo, estuvo por más de 10 días en nuestra ciudad, organizando la estrategia para la Batalla del Pichincha el 24 de mayo. Nuestra ciudad, esta Latacunga y su gente recibió con los brazos abiertos a los patriotas, a los miembros del ejército que tenían muchas necesidades que fueron satisfechas por hombres y mujeres de esta ciudad, seres humanos anónimos que lucharon por nosotros y la libertad.
Han pasado los años, han pasado la décadas y llegamos al Bicentenario, durante todos estos años se diluyó la extraordinaria idea de integrar la Gran Colombia, envidias y acciones interesadas de grupos de poder impidieron que se haga realidad la gran patria, se crearon las repúblicas y las enemistades se hicieron presentes en varias oportunidades, la historia registra varios enfrentamientos entre países hermanos, a pesar de esas experiencias dolorosas, hasta ahora no se puede lograr la unidad de los países para hacer frente al enemigo de fuera, a los que nos quieren mantener bajo su dominación en el campo político y económico especialmente.
Llegamos al Bicentenario, fecha que no puede pasar desapercibida, aunque nos encontremos pasando uno de los momentos más duros y difíciles de nuestra historia, una pandemia mundial provocada por el coronavirus, un cuarentena y un aislamiento social, agravado por los actos de corrupción que han provocado grandes daños en el aspecto humano, familiar y económico; una lucha sin ningún distingo de los que más tienen y de los que menos tienen, de países desarrollados y en vías de desarrollo, provocando la toma de conciencia para darnos cuenta que la unidad es lo más importante.
Este Bicentenario no puede pasar “sin pena ni gloria”, debe ser celebrado a medida de las posibilidades en una realidad que debemos reconocer y debemos superar para resaltar la gesta libertaria, aunque para ello no nos hemos preparado convenientemente, con la debida anterioridad, con la debida panificación.
En nuestro país y en otras ciudades de países hermanos, se han planificado una serie de actividades para cumplirse a pesar de la cuarentena y el aislamiento; echando mano de los adelantos tecnológicos, echando mano de las plataformas digitales, de las videos conferencias y otras. Varias ciudades de nuestro país, que también celebran el Bicentenario, han iniciado las celebraciones con la debida agenda para que el pueblo conozca los eventos a realizarse y convocando a la participación de forma presencial, en los casos que sean necesarios y en la mayoría vía plataformas digitales.
En lo que respeta a nuestra ciudad, desde hace varios meses se han hecho diversos anuncios sobre los eventos que se van a realizar; sin embargo no se ha hecho público la agenda de eventos, no hay la planificación requerida; las autoridades deben convocar a todo el pueblo para su participación, para su aporte y contingencia a fin den desarrollar muchos eventos de carácter cívico patriótico, eventos de carácter histórico, sociales, eventos festivos, deportivos, tradicionales.
Se puede percibir que una gran mayoría de ciudadanos están dispuestos a participar de los eventos, hay que orientarlos a través de campañas mediáticas lo que deben hacer y tendrán una respuesta favorable; mientras tanto debemos conocer la agenda de eventos; conocemos, por ejemplo, que la municipalidad de Latacunga tiene varias alternativas y programas, sabemos además que la Academia Nacional de Historia prepara algunos eventos, de igual manera tendrán programadas otras instituciones, todo ello dentro de una agenda que se haga pública lo antes posible para saber lo que vamos a realizar y sentirnos orgullosos de nuestros antepasados, de esos patriotas que derramaron su sangre para que tengamos esta libertad que además ha sido golpeada por gente sin principios y sin bases cívicas y de respeto a la idea de libertad y progreso. Estamos esperando y sabemos que enseguida tendremos respuestas favorables y la agenda será difundida adecuadamente.
Columnista. Latacungueño sensible, dócil, franco, admirador de Gabriel García Márquez, el fútbol sigue siendo una pasión recurrente; de Latacunga extraña el ajetreo mercantil de la plaza de El Salto y sus “cosas finas”; amante del periodismo desde hace más de 45 años escribiendo de forma cotidiana para el Diario “La Gaceta”; se formó en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” La Habana-Cuba.
