Este 1 de Mayo, a nivel mundial, se conmemora el Día del Trabajo, y si consideramos los altos porcentajes de desempleo a nivel general, es importante reflexionar sobre el difícil acceso al empleo para las personas con discapacidad, no por su falta de voluntad sino por las condiciones que deben superar en cuanto a accesibilidad y capacitación de su entorno para contar con ambientes favorables y con empatía para conseguir un óptimo desempeño.
La Ley Orgánica de Discapacidades en el artículo 47 trata sobre la Inclusión laboral y señala que la o el empleador público o privado que cuente con un número mínimo de veinticinco (25) trabajadores está obligado a contratar, un mínimo de cuatro por ciento (4%) de personas con discapacidad, en labores permanentes que se consideren apropiadas en relación con sus conocimientos, condiciones físicas y aptitudes individuales, procurando los principios de equidad de género y diversidad de discapacidades.
Es importante conocer que para el cumplimiento de este porcentaje, los empleadores públicos o privados pueden hacerlo también considerando dentro de su nómina a personas calificadas como Sustitutos, denominados así a las y los parientes hasta cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, cónyuge, pareja en unión de hecho, representante legal o las personas que tengan bajo su responsabilidad y/o cuidado a una persona con discapacidad severa, para ello deben acudir al Ministerio del Trabajo y obtener su certificación.
Y la misma Ley en su parte pertinente sobre la Estabilidad laboral, inclusive, dispone que para la suspensión de puestos no se considerará los ocupados por personas con discapacidad o personas sustitutas laborales. Debemos entender que este derecho a tener un sustituto se lo hace bajo el criterio de garantizar el cuidado y atención en salud, alimentación, recreación, vivienda y demás necesidades físicas y emocionales que tenga la persona con discapacidad.
Sin duda que, a pesar de contar con esta base legal, el acceso al trabajo y en condiciones acordes a las capacidades, potencialidades y que garanticen la integridad en su desempeño a la persona con discapacidad es muy complejo. Por lo que se puede evidenciar que muchas de estas o sus familiares recurren a montar sus propios emprendimientos.
Que este Día del Trabajo nos lleve a valorar el talento y esfuerzo de quienes tienen alguna discapacidad para adaptarse al mundo y constituirse en personas que aportan a la economía del país desde las funciones que desarrollan y lo hacen con mucha responsabilidad, como sociedad debemos apoyarles y generar entornos más accesibles.
Madre
Licenciada en Ciencias de la Educación
Diplomado superior en Gerencia Educativa
Diplomado en Archivística y Gestión Documental