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¿QUÉ CIUDAD QUEREMOS?

Escritores, poetas y músicos han cantado a su ciudad natal, a las ciudades que les acogió por diversos motivos y a aquellos espacios en los que desarrollaron sus actividades de carácter intelectual, social y se convirtieron en su patria chica por adopción: Mario Benedetti escribió a Montevideo, Borges a Buenos Aires, Abel Castillo le cantó a Guayaquil, varios poetas y músicos le siguen cantando y escribiendo a Quito. En nuestra querida Latacunga se encuentran poetas y escritores que le han dedicado magnificas piezas de ensayos y poemas a esta hidalga ciudad que se encuentra en el centro del Ecuador y está cuidada por el viejo Cotopaxi.

Llegando a la realidad, a pisar en el suelo, lejos de magníficos ensayos y extraordinarios poemas sobre la ciudad, sus características, su belleza, su estructura y su estilo colonial y republicano; es importante conocer de cerca, en un análisis profundo y lejos de fanatismos, egocentrismos y chauvinismos, es necesario saber de nuestra ciudad, lo que nos ofrece, sus fortaleza, sus maravillas, su legado, su presencia, su aporte a la región y al país, su fuente de inspiración y las oportunidades que ofrece a  sus hijos para que puedan desarrollar sus actividades de manera satisfactoria, lejos de estorbos o de falta de  oportunidades.

Nuestra ciudad Latacunga tiene una larga historia desde antes de la llegada de los españoles, estuvieron aquí nuestros aborígenes, los Incas, nuestros antepasados, estuvieron los españoles y lo que es más importantes han nacido y crecido en estas tierras grandes hombres y mujeres, algunos universales, que le han dado un gran aporte a la ciudad y lo han relacionado con otras ciudades. Los valores humanos son extraordinarios, su hospitalidad está garantizada así como su filantropía representada por el gran Vicente León y Argüelles.

Latacunga es una ciudad que ofrece muchas posibilidades  a sus hijos y a quienes han llegado a estos lugares, es una ciudad que durante su historia ya estuvo entre las más importantes del Ecuador y su región. Hace cerca de dos centurias ya exportaba textiles a otros países, aquí se estableció la primera fábrica de pólvora en el Ecuador y otras industrias y artesanías que le han dado nombre a esas producciones.

Sin embargo hay momentos de reflexión que nos demuestran que Latacunga ha sido una ciudad olvidada por los poderes centrales, que lo que ha logrado hasta ahora es fruto del esfuerzo, el trabajo, el sacrificio de sus hijos y de quienes han llegado a vivir en esta tierra bendecida; es el cariño y la entrega a su grandeza lo que ha hecho de esta ciudad patrimonial y serena.

En el marco de esas reflexiones se establece la necesidad de considerar, de una vez por todas, ¿Qué queremos para nuestra ciudad? ¿Qué queremos que sea Latacunga ciudad hospitalaria?:

Queremos que sea una ciudad turística aprovechando las maravillas naturales que le adornan, si queremos una ciudad comercial, pues encaminemos nuestros esfuerzos a esa manifestación que es parte del desarrollo de los pueblos; queremos una ciudad universitaria pues entreguemos nuestros esfuerzos para que los jóvenes se sientan garantizados en más de seis  establecimientos de educación superior que funcionan en nuestra urbe a nivel presencial, semipresencial y  a distancia. Queremos que Latacunga sea considerada una ciudad industrial, pues recuperemos las condiciones  establecidas para favorecer la instalación de nuevas industrias con algunos beneficios por su producción y para crear fuentes de empleo; queremos valorar por siempre nuestros ancestros culturales en diversas manifestaciones, entonces resaltemos nuestros valores en la música, la poesía, los ensayos, la novela y demás. Queremos una ciudad política administrativa, entonces busquemos los caminos para que siempre se considere a Latacunga el espacio adecuado para el debate y el análisis, para que sea sede de los más importantes eventos nacionales e internacionales. Queremos una ciudad humana, pues  sigamos trabajando como somos: hombres y mujeres trabajadores, con grandes valores, con respeto y admiración para esta tierra que nos ha marcado en cada manifestación y en cada acción.

Lo que si podemos decir es que una ciudad puede ser todo lo que hemos dicho, con unas características más que otras, pero siempre será necesario remarcar en una de esas manifestaciones para seguir siendo orgullosos de esta nuestra tierra, la más linda y la más querida porque está muy cerca del corazón, porque lo maravilloso se encuentra  a la vuelta de la equina, porque sus tradiciones y su pasado están en las rejas de sus ventanas, en las miradas desde los balcones, en los pasamanos de las escaleras, en el bullicio de los patios; porque  está ciudad tiene un cuento en cada esquina y los latacungueños, y quienes aquí viven, la enamoramos cada día como a una gran dama de respeto y admiración que es fuente de inspiración y lucha diaria contagiando entusiasmo y alegría, que el frío abriga el corazón y nos abre a grandes horizontes con expectativas de nuevas propuestas.