Latacunga es una ciudad ubicada en el centro del país, es diminuta con respecto de las otras grandes ciudades que tiene la nación, sin embargo, guarda dentro de sus calles, también diminutas a la vista de quien la visita, el que fuera el primer centro histórico en ser declarado Patrimonio Cultural del Ecuador el 25 de mayo de 1982; este bien está lleno de edificaciones coloniales y republicanas, embellecido con grandes elementos arquitectónicos de gran valor histórico.
Conocer el Centro Histórico no toma más de un par de horas; está compuesto por alrededor de 30 manzanas, comprende por el norte: Calle Félix Valencia; por el Sur: calle Márquez de Maenza; por el Este: Calle Napo; y, por el Oeste: Calle Dos de Mayo; además de las calles al interior de este lindero limítrofe: Juan Abel Echeverría, Calixto Pino, General Proaño, Av. Rumiñahui y Atahualpa.
Es contraste discordante con la belleza de este legado cultural, tanto en el ámbito religioso como en el civil, se encuentra la enmarañada telaraña que lleva años tejiéndose en el cielo de esas calles, en el frente de las casas que guardan tantas historias entre sus espesas y antiguas paredes; se extienden, se mezclan, se entrelazan los hilos de la telaraña, son de servicios variados, telefonía fija, internet, televisión por cable, el centro histórico va ocultándose, ensombreciéndose.
La admiración nula de quienes, por la prisa, premura y la monotonía de sus vidas han olvidado por cuanto tiempo las piedras de esas calles han estado en ese lugar y han dejado que ese gallardo centro histórico pierda luz, ahora no logran reconocer desde hace cuánto la telaraña avanza en formación.
Tanto es el olvido del caso que la única ordenanza que existió para la preservación del Centro Histórico fue aprobada en sesiones de 18 y 25 de agosto de 1983, publicada en el Diario “La Gaceta” de 15 y 16 septiembre de 1983 y reformada en sesiones de 27 de junio y 11 de julio de 1985, no fue hasta 1990 que se redacta el Reglamento de instalación rótulos, letreros, anuncios, avisos y propaganda visual en el área del centro histórico de la ciudad de Latacunga, y por último la Ordenanza que regula la implantación de estaciones base celular, centrales fijas y de base de los servicios móviles avanzados en el cantón Latacunga, discutida y aprobada en septiembre de 2015.
En todos los reglamentos y ordenanzas antes citadas se delimita el cableado, la rotulación e incluso el ruido que debe imperar en el Centro Histórico de la ciudad, sin embargo, el ilusorio control de su cumplimiento ha hecho que las personas naturales, empresas, nacionales o extranjeras que cuentan con títulos habilitantes emitidos por la Agencia de Regulación y Control de Telecomunicaciones (ARCOTEL) contribuyan a la degradación visual y ensombrecimiento del Patrimonio Cultural que guarda Latacunga en su Centro Histórico.
Lejos de ser el apolíneo Patrimonio Cultural del Ecuador, nuestro centro histórico se ha convertido en la carta de presentación de las empresas de servicios por cable, se ha disfrazado de selva de cemento, ya sin horizontes libres, sin cielos descubiertos, sin fachadas altas limpias, sin la oportunidad de mostrarle al mundo las lindas postales que nuestros ojos ven mas allá de esa ciudad bajo los cables.
Sumergida en el viaje del autoconocimiento, comunicadora social, aprendiz de escritora, viajera de libros y feminista insurgente.