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EL ACCESO A LA INFORMACIÓN: UNA DIFICULTAD

En el libre ejercicio del periodismo, en las actividades de los reporteros y los periodistas en general, se puede evidenciar que existen muchos problemas para acceder a la información y de esta manera poder informar a la población de manera veraz, oportuna y cumpliendo con los requisitos que determinan contrastar la investigación y recogerla de las fuentes.

Son permanentes los reclamos de periodistas y reporteros por cuanto existen funcionarios públicos, representantes institucionales, dirigentes políticos y de las más diversas instituciones del Estado que no atienden como debe ser a quienes buscan información, para mantener infirmada y actualizada a la población que necesita conocer lo que pasa en su país a través del sector público y privado.

La Constitución de la República del Ecuador en su artículo 16 señala que todas las personas en forma individual o colectiva, tienen derecho a: una comunicación libre, intercultural, incluyente, diversa y participativa, en todos los ámbitos de la interrelación social, por cualquier medio y forma, en su propia lengua y con sus propios símbolos.

El artículo 18 señala que todas las personas, en forma individual o colectiva tienen derecho a: buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir información veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural, sin censura previa acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad ulterior. Acceder libremente a la información generada en entidades públicas, o en las privadas que manejan fondos del Estado o realicen funciones públicas. No existirá reserva de información excepto en los casos expresamente establecidos en las Ley. En caso de violación a los derechos humanos, ninguna entidad pública negará la información.

Mientras tanto la Ley Orgánica de Comunicación en su artículo 29 establece que todas las personas tienen derecho a recoger, buscar, producir y difundir información por cualquier medio o canal y a seleccionar libremente los medios o canales por los que acceden a información y contenidos de cualquier tipo.

Por su parte la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en su artículo 1 establece que el acceso a la información pública es un derecho de las personas que garantiza el Estado. Toda la información que emane o que esté en poder de las instituciones, organismos y entidades, personas jurídicas de derecho público o privado que, para el tema materia de la información, tengan participación del Estado o sean concesionarios de éste, en cualquiera de sus modalidades, conforme lo dispone la Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado; las organizaciones de trabajadores y servidores de las instituciones del Estado, instituciones de educación superior que perciban rentas del Estado, las denominadas organizaciones no gubernamentales (ONGs), están sometidas al principio de publicidad; por lo tanto, toda información que posean es pública, salvo las excepciones establecidas en esta Ley.

Frente a esta realidad que consta en varias leyes y normas establecidas por los organismos competentes, los periodistas y comunicadores tienen grandes dificultades para acceder a la información, los dignatarios, funcionarios y servidores públicos casi siempre están predispuestos a negar información y para ello ponen cualquier pretexto o traba, inventan cualquier historia para no entregar información y para impedir que se acceda a las personas que pueden decidir.

Mientras tanto cuando llega un ministro, un subsecretario, el propio presidente, se señala las dificultades e inmediatamente disponen que bajo ninguna circunstancia se niegue ninguna información a la prensa; eso lo señalan, pero cuando se van, vuelven los problemas.

Ante esta realidad no queda otro remedio que seguir luchando contra grandes enemigos de la libre información, seguir luchando contra el poder establecido cuyos representantes no entienden que un país para que se considere verdadero democrático debe, en la práctica,  demostrar el libre acceso a la información, caso contrario estaremos viviendo en regímenes  autoritarios, dirigidos por caudillos, por esos seres humanos cuya intención es que se conozca solamente una versión de los hechos y acontecimientos, los del estado autoritario.

Lamentablemente en nuestro medio, son permanentes las quejas de los miembros de los medios de comunicación, sobre las dificultades para acceder a la información, funcionarios que la restringen pues están prohibidos, porque “es disposición desde arriba” señalan en muchas ocasiones. Ahora bien, no podemos dejar de mencionar que hay funcionarios públicos de alto rango, de quienes están en un dirección regional o provincial, que siempre están atentos a los medios de comunicación y ofrecen información “hasta donde pueden”.

En los organismos seccionales suceden muchas cosas, cuando no les interesa a las autoridades no ofrecen información, pero cuando les interesa enseguida “invitan cordialmente” a una rueda de prensa; por esos comportamientos en la mayoría de los casos no se conoce de la planificación, de las obras, de las inversiones, el adelanto de las mismas y el aporte al desarrollo del cantón o la provincia.

La lucha es permanente y seguiremos con esta situación, hasta que los funcionarios comprendan que la información es pate de la democracia, es parte del convivir ciudadano y es parte del respeto a los demás, pues ellos son los mandantes y es el pueblo el que debe estar informado; que no se diga solamente en el discurso, sino en la práctica.

En esta grave crisis se ha constatado que en algunas ocasiones no ha existido una verdadera información, esta garantía que la libertad de informar ha sido cuestionada y postergada para evitar males mayores, para impedir que se produzca el pánico, cuando lo mejor es informar que ocultar la verdad por dura que esta sea.